viernes, 14 de diciembre de 2007

Todo pueblo tiene el gobierno que quiere tener.

Todo pueblo tiene el gobierno que quiere tener.

Si, aun cuando pareciera un absurdo, pero en realidad la ciudadanía es quien a final de cuantas determina el buen o mal funcionamiento de su gobierno. La anterior aseveración resulta de la siguiente reflexión, quién si no, la ciudadanía a través del sufragio hace que ascienda al poder determinado candidato, de allí la importancia que cada que se acercan nuevas elecciones, éstos, de buenas a primeras se conviertan en la mejores personas, tratando con sus buenas intenciones a todo aquel ciudadano que encuentra a su paso, cuando durante quizá 30 años atrás jamás tuvieron la intensión de hacerlo, ¡pero de pronto existimos para ellos, entonces si somos importantes!, incluso se toman la molestia de organizar algunas comidas, cenas y traen algún grupo musical para captar nuestra atención, realizan promesas, ahora muy de moda por escrito y con la correspondiente firma del candidato aspirante, sin embargo, es triste ver que aun así no se cumplen , puesto que al momento de favorecerles el voto de la mayoría , y logran así su cometido de llegar a la Presidencia Municipal, también desaparecen las promesas aun cuando fuesen pactadas por escrito; y ahora cambian los papeles, puesto que es el ciudadano quien tiene que brindar su mejor cara al ahora Presidente, a fin de recordarle su compromiso para con la ciudadanía , pero curioso es que el gobernante sabe como calmar y apaciguar la exigencia de un ciudadano o de un grupo de ciudadanos –tomando como instrumento de apoyo el egoísmo del ser humano- que mientras obtiene un beneficio personal se olvida de aquellas obras u acciones que protejan al mayor número de ciudadanos posible.
Por ello es cada vez menos visible el avance de una administración, pues a fin de tenernos contentos y no presentarles problemas se han creado un sin fin de apoyos sociales, con los cuales, incluso, no se alcanza a apoyar a toda la población y si se dejan de realizar obras de verdadero impacto social. Un ejemplo: si durante la campaña el entonces candidato promete la creación de fuentes de empleo, primeramente no refiere qué tipo de empleos y los mecanismos para crearlos, pero entonces los gobernados le exigen que cumpla, puesto que ha transcurrido un año de administración y no hay nada que apunte que se esta trabajando sobre el tema, luego, sencillamente, el gobernante ofrece se reciba un apoyo de 200 ó 300 pesos mensuales en tanto se crean las prometidas fuentes de empleo… y hasta allí llego la exigencia, repitiéndose esto en todos los rublos.
Así, la ciudadanía es copartícipe de gobiernos mediocres, pues por el hecho de recibir apoyos basta para restarnos confianza para exigir un buen gobierno. Tenemos conciencia y no podemos, como se dice comúnmente, “morder la mano de quien nos da de comer”. Esa es la estrategia de los gobiernos: nos utiliza para escalar y una vez en el poder nos siguen utilizando para acallar las exigencias sociales básicas. Desafortunadamente este mal se esta extendiendo y es de fácil propagación: es muy sencillo acostumbrarse a recibir, pero entonces ¿dónde queda la dignidad humana?, por qué no trabajar en colectividad y exigir lo que verdaderamente necesita nuestra comunidad, dejando a un lado los beneficios personales ¿será en verdad muy difícil o nosotros nos hemos encargado de verlo así? Pienso que debemos darnos cuenta que las grandes obras son las que verdaderamente vienen a traer el cambio y transformar un Municipio, y no los grandes derroches de dinero en apoyos sociales que, incluso, resultan insuficientes para los que son otorgados, y si fomentan el conformismo y la apatía ciudadana para engrandecer el medio que nos rodea, entonces ¿será que el gobierno que cada pueblo tiene es el que merece?

Por Angélica.

No hay comentarios: